miércoles, marzo 23, 2005

Rumbo a escandinavia

Recuerdo la primera vez que viajé a Noruega. Estaba en Londres con Jorge Pedro y estaba triste de dejarlo sólo rallando queso en el Henry's. No se me olvida que me dijo "y qué vas a hacer tú sola en escandinavia". No lo había pensado, pero daba igual.

Llegué al aeropuerto de Oslo con el tiempo demasiado justo para la conexión a Bergen y mi único objetivo era encontrar la puerta de embarque. Descubrí lo grande que es ese aeropuerto y lo compleja que resulta la señalización a partir del noruego. No entendía nada. Mi equipaje de mano pesaba y el tiempo pasaba inclemente. Encontré la puerta al fin y comenzó uno de los espectáculos visuales que más he disfrutado en mi vida: Noruega desde el aire. Los contrastes entre la blanca nieve, los verdes bosques y las azules aguas de los fiordos, no los olvidaré.

Hoy he conseguido asiento en ventana nuevamente por medio de la facturación vía internet y espero con ansia poder sobrevolar el país de mis sueños. Ahí los ojos gozan. Se llenan de belleza entre el paisaje natural y humano. Entre pinos, coloridas casas de madera y hombres cuya forma se asemeja bastante a mi prototipo de perfección estética. Que bien.

martes, marzo 22, 2005

Equinoccio de primavera

Y parece mentira... pero ayer fui peluquera.
Con bastante pereza y unas tijeras poco apropiadas, le corté el pelo a mi compañero de piso y, no es por nada, pero quedó bastante bien. Esto me hizo recordar irremediablemente mis tiempos de adolescencia. Recuerdo aquellas tardes en que me divertía cortando el pelo a mis amigos, quienes con tal de ahorrarse unos cuantos pesos que les habían dado sus padres para tal fin, servían de modelos experimentales en lo que para mí llegó a convertirse en un tipo de afición artística. Llegué a convertirme en experta de aquellos cortes estilo "honguito" que tanto se llevaban por esos días.
Con cada murmullo de las tijeras viajé en el tiempo... Caían al suelo mechas y sensaciones inocentes de los tiempos en que las tardes eran largas. Conservo aún un mechón de su pelo y una dosis de la adrenalina que secreto cada vez que lo pienso. Y me doy cuenta de que a pesar de todo, siguen convergiendo las vibraciones… como aquel día. Y como siempre. También en el equinoccio de primavera...

lunes, marzo 21, 2005

Días de transición

La semana pasada me fuí a cortar el cabello. Era una tarde cualquiera y en realidad había salido de casa con la firme intención de poner una carta en el correo... pero estaba cerrado.
Caminé, aún sin rumbo y decidí que era un buen día para acabar de una vez por todas con esas mechas que ya no tenían ni pies ni cabeza. Creo que mas bien fue la necesidad de que alguien me hiciera "piojito" lo que me motivo a entrar en la estética aquella tarde.
El peluquero, un argentino bastante simpático, me sacó plática mientras cubría mis necesidades más afectivas que estéticas. Y caí. Le pregunté algo que odio que me pregunten y para lo cuál no hay respuesta inteligente: "¿Y piensas regresar a Argentina?". La respuesta se adivinaba... era obvia. "No lo sé...".
Pero mi dijo algo que viene a cuento en mi vida en este momento. Y entonces me dí cuenta de que el masaje capilar pasaba a segundo término... el corte, a tercero.
El peluquero atinó a decir que en la vida, se pueden vivir muchas vidas y no sólo la que te toca... "Hay que saber detectar cuando una etapa se ha terminado. Hay que cerrar los ciclos y dejar la posibilidad de comenzar otros. De vivir otras vidas". Quizá algún día me vuelva peluquera.

jueves, marzo 17, 2005

Mírame a los ojos...

Es como la ubicuidad... imposible hasta ahora. No se puede mirar a los ojos... si acaso, se puede mirar a un ojo. Pero no a los dos a la vez. Se puede seguir la mirada, adivinar el fondo, deleitarse con los matices, adivinar la transparencia y hasta perder la respiración en el instante de un cruce inesperado... pero no mirar a los dos a la vez.

viernes, marzo 11, 2005

Genios modernos


Parece que las lámparas mágicas han pasado a la historia... 

lunes, marzo 07, 2005

Suicidio colectivo

En un hecho inédito y que causó honda consternación entre la sociedad de Aguascalientes, cinco miembros de una familia dedicada al negocio de la construcción, consumaron en las primeras horas de ayer el primer suicidio colectivo en la historia de la Entidad, presumiblemente por -graves problemas económicos-, de acuerdo a la versión oficial de la Procuraduría de Justicia.

En conferencia, el procurador de Justicia, Xavier González Fisher, informó que las víctimas son: Gustavo Agustín Flores de Luna, de 43 años y dedicado a la venta de materiales de construcción; su esposa María del Carmen Gutiérrez, de 40 años; sus hijas Gladys y Lucero Flores Gutiérrez, de 18 y 14 años, respectivamente y su suegra Luz María Gutiérrez, de 79 años.

Según las primeras investigaciones de la policía, el aparente suicidio colectivo se consumó durante la madrugada de ayer, en la vivienda tipo residencial ubicada en la calle 20 de Noviembre sin número, en el ex-ejido de Ojocaliente. Con excepción de Gustavo Flores, quien optó por quitarse la vida por ahorcamiento, las demás víctimas se expusieron a la inhalación de gas, luego de tomar e inyectarse sedantes, de acuerdo a restos de ese tipo medicamentoso encontrados por los investigadores.

Además, en el lugar de los hechos se localizaron 3 recados póstumos, presuntamente firmados por las 5 víctimas de la fatal decisión, y en los que habrían justificado su determinación en la -quiebra- del negocio famialiar y -graves problemas de insolvencia económica-...

Fuente: Hidrocálido

Con los años...

Pareciera que con los años, se vuelve más complicado encontrar a la pareja perfecta. ¿Cosa de estadística?... mmmh. No me convence. Creo que más bien la experiencia y el autoconocimiento te hacen más conciente de las cosas que quieres... o más bien dicho, de las cosas que no quieres o aquellas con las que no estás dispuesto a vivir

Cuando tienes 18 años, poco más que una cara bonita, un cuerpo atlético o un gesto amable bastan para llenar la tripa cardiaca y satisfacer las espectativas de la persona con la que se ha de entablar alguna relación sentimental. O compartir el domingo, o el lunes. El almuerzo o el cine. Pero al pasar de los años, la selección se vuelve más conciente y por lo tanto, complicada. No volvemos más selectivos, ponemos el listón más alto y discriminamos antes. A la primera.

Pero más allá de las ideas, del aspecto o de las costumbres, hay una cosa que no cambia. Para saber si se está con la persona correcta, creo que sólo basta preguntarse: Al ir caminando por la calle a su lado... ¿siento orgullo de ir de su brazo?. Si la respuesta es sí... lo demás, es lo de menos. Es como un medidor de enamoramiento... ¿lo admiro?, ¿se lo quiero presentar a mis amigos, a mi familia?, ¿quiero que me vean con él?.

miércoles, marzo 02, 2005

Nieve

Desperté y había nieve cayendo del cielo. Ese espectáculo lo he presenciado pocas veces en mi vida. Podría contarlas con una sola mano y me sobrarían dedos. Por eso, aún me emociona e incluso desperté a mi compañero de piso para que lo viera. El frío parece no tener ganas de terminar y el invierno está cumpliendo su promesa de ser duro y largo. Aunque los catalanes opinen lo contrario y los europeos del norte, se rían de mí cada vez que me quejo del clima. Claro, para ellos esto es broma... pero para esta mexicanita autoexiliada, es suficiente y bastante.