sábado, enero 29, 2005

Zanahoria...

Hoy estoy convencida de que hay cosas inmutables que trascienden el tiempo y el espacio, que están por encima de las circunstancias. Que están más allá de la razón y de las emociones y que pueden provocar a alguien el llanto de felicidad.
Nunca me imaginé que de verdad pudiera llorarse de alegría. Para mí las lágrimas habían sido un signo de tristeza, quizá de coraje, algo que se trata de disimular y que se reserva para la privacidad. Que se asocia a luto, a peleas, a chantajes infantiles... a sobriedad.
Pero ayer descubrí que a veces los lagrimales también reaccionan ante una felicidad extrema... y el llanto es placentero. Es como si el cuerpo necesitara demostrarlo, cuando la más amplia de las sonrisas se queda corta. Cuando las palabras son limitadas y el reloj recuerda que no podemos detenernos en un instante para siempre. Aquel instante en donde los engranes coinciden, donde los minutos se solapan, los kilómetros pierden sentido y el agua se evapora. Como las lágrimas.
Cómplices del mismo inexistente delito... y de una promesa escrita en el aire, en donde las palabras vuelan y se pierden para siempre, pero a su vez, en donde están lejos del alcance de nadie y fuera de peligro. Donde lo que no existe es lo realmente importante y es la esperanza que permite la continuidad de la existencia. La burla de las probabilidades y a la vez... la probabilidad de la burla del destino. Pero mientras tanto, seguiré como los galgos, persiguiendo a una zanahoria a la que sólo se puede alcanzar deteniéndose a esperar a que dé la vuelta.

viernes, enero 21, 2005

Desde el terruño

Días sin escribir... mucha actividad en la ciudad que me vio crecer.
En estos días me he dado cuenta de que también en los medios se pueden hacer amigos, no sólo enemigos. Los proyectos se van consolidando y la sonrisa comienza a congelarse en la cara y a convertirse en el estado natural. Pero hasta el éxito cotidiano pierde el sabor. Vienen los contrapesos y los precios: el estrés, pocas horas de sueño y una agenda que vomita invitaciones a desayunar, comer y cenar. Los reclamos, las citas a medias, los plantados y los que por más que quiero, no he podido ver.
Siempre he dicho que rico es el que tiene amigos y ahora me considero abominablemente millonaria y soberbia de cariño. Espero ser justa y poder corresponder a cada gesto de los que he recibido en estos días. Temporada de cosecha. Cosecha de sonrisas y de abrazos...
y las feromonas se siguen reproduciendo como por arte de magia quitando importancia a los kilos de más y los cosméticos de menos... pero mi atención sigue centrada siete horas adelante.

miércoles, enero 12, 2005

Viaje

Con rumbo al 2000. Con escalas anuales y estrías de emociones. Cada kilómetro es inversamente proporcional a la nostalgia y se cristalizan los reencuentros y los abrazos que dejan paso a las anécdotas que causan más risa que cuando se vivieron. Un puente, un espejo y un mapa en la maleta. Donde guardo mi corazón.

martes, enero 11, 2005

Cuadro moderno

Nos reservamos la identidad de la implicada, por salvaguardar su privacidad... cualquier parecido con la realidad, ya sea en indumentaria o figura, es casi, casi, mera coincidencia.

sábado, enero 08, 2005

Que estés bien

Alguién dijo que pensar nos hace libres. Pero a veces pienso que los pensamientos nos condicionan, nos limitan y nos aprisionan... ¿Quién escogió su IQ al nacer?, ¿o las condiciones socioculturales en las que le tocó crecer?, ¿quién pidió ser bautizado católico, nacer en una familia musulmana, ser educado en el budismo o tener unos padres ateos?, ¿nacer en un país libre?, ¿estar sano, mutilado, tener un retraso mental, una mente ágil o una estimulación precoz?. ¿Somos acaso el resultado de una mezcla de genes y axones, de una época, de las vivencias y de los procesos de nuestro cerebro... de los padres que nos tocó tener, de nuestro temperamento, carácter o capacidad de amar?...

Por eso no te culpo. Ya no digamos que te quiero convencer, ni siquiera intentar exponerte nuevamente lo que pienso. No hay océano más grande que el de nuestros miedos y dudas, ni montaña más alta que la sobervia. No existe motor más fuerte que el narcisimo, ni razón más cierta que la propia...

Pero estoy triste...

miércoles, enero 05, 2005

La mañana...

pinta triste.
Siento rabia por no poder dominar mis sentimientos. Ni siquiera mi conducta.
¿Qué me pasa?
¿Es miedo?, ¿De perder o de ganar?...

martes, enero 04, 2005

El refresco, en la canasta básica

Según una reciente encuesta de Consulta Mitofsky, los mexicanos consumimos en promedio, dos refrescos al día. Es decir, aproximadamente un litro de bebidas gaseosas... lo que representa más o menos la mitad de la ingesta hídrica recomendada por día. Los resultados dejaron ver que no importa la condición social o económica, el refresco es parte ya de la despensa básica del mexicano.

En este estudio, llamado "Las adicciones del mexicano", también se pudo conocer que el promedio diario de cigarros que el mexicano acostumbra fumar es siete, pero se nota una correlación entre el ingreso y el consumo.

Asimismo, el consumo de cerveza se aprecia alto, siendo de 11 cervezas al mes (una cerveza cada tres días en promedio), siendo los hombres y jóvenes quienes más declaran consumir este producto.

Cornelio... ¿dónde estás?



¿Dónde habitará ese dragón rosa, de panza amarilla que durante muchos años fue la mascota del parque de diversiones Reino Aventura? Cornelio desapareció cuando la cadena Six Flags compró el parque y lo llenó de superhéroes gringos. Nadie sabe acerca de su paradero... es como los niños de "servicios sociales informan que..." Se le vió por última vez portando unos puntitos amarillos, un par de alitas en la espalda y un pequeño cuerno en la frente. Nadie sabe donde está y padece de sus facultades mentales. Já.
Lo peor del caso es que en Six Flags ya no está el juego "El vuelo de Cornelio". Era el único en su tipo que permitía una interacción de los niños con la máquina, ya que la pequeña palanca hacía subir y bajar a los Cornelios durante sus vueltas. Los Cornelios que indicaban la estatura necesaria para poder subir a cada juego han sido reemplazados por recuadros verdes, amarillos y rojos... como semáforos. Los "reinos" de los diferentes países molaban mucho más que los actuales pabellones... ¿qué opinan?

domingo, enero 02, 2005

Semana en el DF

Luego de una intensa semana en el Distrito Federal, en donde el asombro deja paso a la nostalgia de vivir fuera del país, estoy de regreso en Querétaro.
Hace años que no iba a Teotihuacán y esta vez disfrute mucho más. No sé si por la perspectiva que permite la distancia o por haber ido en compañía de mis primos de Mérida a los que hacía muchos años que no veía. Quizá ambas.
Muchas cosas para una sola semana. La vista a Six Flags me hizo reflexionar sobre el cambió de percepción en la dimensión de las cosas en la medida en la que pasa el tiempo... ¿cómo olvidar a Keiko y a Cornelio?... la velocidad y altura de los juegos no logra reemplazar a la ilusión y la magia de antaño.
El reencuentro con personas a las que se extraña... Rodrigo, mi hermanito, fue casi un viaje en el tiempo en donde las risas apenas dejaban sentir que habían pasado tantos años. A Jorge Pedro me encantó verlo bien y siento que de alguna manera se materializa lo que ya se adivinaba. Su talento y "descaro" lo llevarán tan lejos como quiera y su reflexión sobre las abejas es un regalo que ya empaqué en la maleta de vuelta a Barcelona. La oportunidad de conocer más a Jaime y de sorprenderme cada día.
Por supuesto, también las ausencias se hacen presentes. No puedo ignorar que una parte de mi corazón me precede siete horas...