lunes, agosto 30, 2004

Manojo de nervios

Como reloj de arena, la cuenta regresiva para el plazo límite de la entrega de los trabajos del doctorado se materializa. Cinco días, un trabajo, un puñado de ilusión y dos manojos de estrés que se entregarán antes del viaje a Granada.
Serán días duros, llenos de presión, pero espero que el congreso que me espera el fin de semana en Andalucía me renueve las pilas.
Hace varios años que estoy desconectada de la medicina prehospitalaria, después de varios años de voluntaria como paramédico en urgencias de un hospital en Aguascalientes.
No hay visita a un nosocomio que no se traduzca en nostalgia, en remembranzas y en anhelos. Espero que este nuevo contacto con esta parte de mi, me fortalezca y me ponga de nuevo en contacto con los pacientes. Lo extraño.
Eso, sumado a la llegada de Christian y mi consiguiente reacción ante ello, me tienen convertida en un manojo de nervios. Pero mi vida es eso. Cuando no es una cosa es otra y siempre vivo pendiente de que pase algo para retomar la calma, pero ese momento siempre se ve suplantado por alguna otra cosa que me genera espectativa y ansiedad. En fin...

sábado, agosto 28, 2004

Pescado


Fui al supermercado con la firme intención de comprar un poco de pescado para cocinar. Me encontré directo con este rape...
Rape me... again. Posted by Hello

viernes, agosto 27, 2004

Cambio de temperatura

No cabe duda que hoy es un día de cambios. Al salir por la mañana de casa sentí un poco de fresco... el clima avisa que el verano está agonizando y eso me preocupa. Este fin de semana trataré de compaginar una visita a la playa con terminar el último trabajo del doctorado que tengo pendiente. Ya no puedo más. Quiero terminar de una vez por todas con las vacaciones que poco han tenido de descanso. Quisiera poner un rato el cerebro y el corazón en remojo...

martes, agosto 24, 2004

Otro sueño

Sigo sin poder despertar al primer sonido del despertador. Ha sido mi propósito hace muchos lunes y martes y miércoles... y eso de no tener horario fijo en el trabajo hace tantos años ha hecho que mi propósito no pase de ahí.
Pero me he dado cuenta de que entre la primera vez que suena el aparato más ignorado de mi casa y el momento en el que tomo valor y salto de entre las cobijas, siempre toman tiempo y forma los sueños más raros que pueda imaginar. Quizá los demás no los recuerdo, no sé.
El chiste es que ayer soñé que estaba con mi amiga Dana y su hermana Brianda en un como especie de taller, que era de su papá. Era en Alemania y no sé por qué estábamos como en una demostración --onda tienda de hierbas en Marruecos--, en donde nos enseñaban todo lo que se hacía en el taller.
El hombre que hablaba llevaba la ropa llena de grasa y nos intridujo en una cosa similar a una piscina sucia y a medio llenar. Me tomó como voluntaria y luego de explicar algunas cosas, con un bisturí cortó ambos extremos de mi cara y la levantó como si fuera una máscara.
Yo, aterrada, veía mi rostro reposar en sobre su engrasado pantalón de mezclillla, sin que la situación extrañana nadie.
"No puede ser", pensé. "Se me infectará la cara". En ese momento intenté llamar a un médico o a alguna persona que tuviera alguna noción de los procesos de asepcia y antisepcia para que viniera al rescate de mi rostro... pero era inútil. Como pude, le arrebaté la piel de mi cara y por mi propia cuenta la limpié, tratando de no romperla. La sentía frágil.
Así, y en mi búsqueda de un cirujano, o ya de perdida una modista de altura que me uniera nuevamente ambas partes, sonó el teléfono y era Vero, buscando a Vicky, que por fortuna no estaba en casa. De lo contrario, le hubiera tocado ser la remendona de identidades... en cualquiera de los sentidos de la palabra.

lunes, agosto 23, 2004

¿Algún interesado?


Foto tomada en el mercado de Gràcia, en Barcelona. Posted by Hello

viernes, agosto 20, 2004

Visita al Forum

Escribo estas letras desde la sala de prensa del Forum Barcelona 2004. Aunque estoy acreditada desde que comenzó, es la segunda vez que vengo --fuera del congreso en el que participé directamente-- a lo que llaman el "Media Center".
Definitivamente se respira otro ambiente, ya en la recta final de lo que se esperaba un evento que "moviera al mundo" y que se ha visto que no mueve casi a nadie, parece que las esperanzas de que retome el vuelo, se desvanecen irremediablemente. La cifra de las visitas que se esperaban está ampliamente resignada y ya mejor ni se habla de ello. Sigue México, en concreto Monterrey 2007...

miércoles, agosto 18, 2004

Sirva como protesta

La vida sigue, pero ya nada es igual.
El viernes por la tarde fuimos a la playa Christian, Martin y yo. Nos metimos al Mediterráneo y después llegó Vicky. Más tarde se unió Sergio (esposo de Vicky) y los cinco disfrutamos de una deliciosa cena en restaurante de mariscos que está en el Born. Después decidimos ir a tomar algo a un bar venezolano que se llama "El Rabipelado" y en compañía de unas cervezas y unos mojitos pasamos un rato súper divertido.
Christian y yo teníamos mucho sueño y decidimos irnos a casa, así que se quedó Martin con Vicky y Sergio. Le dejé mi dirección anotada en un papel, junto a la frase "por favor lléveme a esta dirección", para que pudiera decírselo al taxista en español. Al llegar a la casa, no sé por qué tuve como un presentimiento... le pedí a Christian que le enviara a Martin mi número de teléfono a su móvil, por si acaso se le ofrecía algo y así lo hizo. La noche transcurrió y yo estaba profundamente dormida hasta que me despertó el teléfono.
Me llamaron del hospital Clínico de Barcelona para decirme que tenían a mi amigo ahí, que lo tenían que operar y que por favor llevara algún documento para poder identificarlo.
Ufff, me levanté de golpe y desperté a Christian, nos cambiamos de ropa y salimos de inmediato rumbo al Clínico y en la sala de urgencias encontramos a Martin. Tenía la mandíbula completamente fracturada, estaba ensangrentado, y sus ojos dejaban ver el alivio de que estuviéramos ahí finalmente.
Como pudo, balbuceando algunas frases en Luxemburgués y otras en inglés, con la quijada partida por la mitad, nos explicó que al ir caminando por el paseo Colón lo habían asaltado.
Llegó un hombre por detrás y le sujetó el cuello con su brazo al tiempo que lo introducía en un callejón y lo estrellaba fuertemente contra la pared. Lo tiró al suelo y en ese momento salió otro hombre que le arrebató la mochila y salió corriendo. Cuando Martin intentaba ponerse de pie, el atacante le propinó certero puñetazo en la cara, que le partió la mandíbula de manera salvaje.
Martin, sin hablar casi nada de Español, como pudo se reincorporó y comenzó a caminar con intención de encontrar una comandancia de policía. Para su sorpresa, a 30 metros del lugar de los hechos estaba la oficina del gobierno militar, así que se dirigió ahí inmediatamente y pidió ayuda. Los militares llamaron a la policía y a su llegada, la policía llamó a una ambulancia. De esta manera logró llegar al hospital, en donde luego de un par de días lo operaron.
Sería extenso contar los detalles de los incidentes para intentar abandonar el hospital sin documentos... y aún peor para conseguir a alguna persona del consulado de Luxemburgo en Barcelona, ya que la única que existe está de vacaciones esta semana...
Pero sirvan estas letras de repudio a la violencia. De repudio a la delincuencia y a la intranquilidad que parece cada vez mas inminente en cualquier rincón de este planeta.

jueves, agosto 12, 2004

Miedo

Hoy siento miedo. Veo como transitan frente a mí los minutos y las horas, como si pasaran de largo y me siento incapaz de vivirlas. Como una espectadora o más bien, como alguien que pagó una entrada para un espectáculo que no está viendo, como una película que transcurre desde la fila de las palomitas.

Y siento miedo. Puedo percibir como se forman las gotas de sudor dentro de mi piel y salen por los poros. Mil planes, estrategias para tomar la iniciativa y salir del caracol gigante en el que sigo dando vueltas.

Mucho miedo. De encontrar lo que creo que quiero encontrar. O de seguir hasta el infinito los destellos de un espejismo que nunca llega. O de que llegue antes de sentir sed.

Miedo de elegir. De perder y de errar. O de acertar y no tener más escusas en donde anclar los pretextos.

Pero siento miedo de verdad. Más que una metáfora, es la descripción de lo que me pasa. Una sensación que se asemeja a la que se siente cuando se escucha un ruido sorpresivo por la noche. Miedo a los cambios grandes que acarrean las decisiones pequeñas.


martes, agosto 10, 2004

Desierto del Sahara


Este hombre es un habitante del desierto del Sahara. Se dedica a conseguir joyas, ya sea que las encuentra en el desierto o bien, se las cambia a las personas que se encuentra por jabones, ropa y demás objetos útiles. Después va a las ciudades por provisiones y dinero para volver al Sahara de nuevo. Sólo tiene un diente, dos mujeres y siete hijos. Cambia anillos y pendientes de plata grabados por los Bereberes por piezas de jabón o sobres de gel de ducha y unos cuantos Dirhams. Me impactó sobre todo, cuando Silvia negociaba con él y tras sacar de su bolso una pasta de dientes casi nueva y sumarla a la puja, la admiración del hombre, que la miraba sin distracción al tiempo que la giraba como queriendo encontrar sentido. "¿Para qué es esto?" preguntó tímidamente. Silvia, con una sonrisa producto de la ternura, la sorpresa y un deje de humor negro atinó en decir: "Es pasta de diente".
Posted by Hello

lunes, agosto 09, 2004

Cagada de paloma

Hace muchos años que no me cagaba una paloma. Muchos. Es más, no recuerdo cuándo fue la última vez. Probablemente fue en la ciudad de Guanajuato hace más de una década, si no me falla la memoria.
Hace un rato iba caminando cerca de la playa. Me disponía a practicar un poco de deporte en el gimnasio así que retomé mis anteriores rumbos de la Barceloneta y recorrí la avenida Joan de Borbón al salir del metro, hasta el final, donde se encuentra el club. No había recorrido ni la mitad de camino cuando sentí como algo se impactaba en mi hombro derecho. Creo que por el peculiar sonido y la sutíl sensación húmeda sobre la camiseta, podía adivinar que no era nada agradable. Sabía, lo sabía y por eso logré detenerme unas fracciones de segundo antes de comprobarlo con una mirada que sólo borraba cualquier esperanza de estar equivocada. Ahí estaba. Una gran mancha entre blanca, verde y marrón que formaban una poco estilizada figura que bajaba por mi hombro en tercera dimensión.
Una servilleta donada por el pakistaní que atiende "Pitta hut" y un poco de agua de la botella de una generosa y espontánea chilena, sirvieron para quitar la parte material de lo que sólo fue el final de una serie de pensamientos agobiantes que me acompañaron en el camino desde que salí de casa.

Un estudio revela por qué el amor es ciego

Dice el refrán que «el amor es ciego» y según un grupo de investigadores londinenses, esta afirmación parece ser cierta, al menos para el amor maternal y el amor de pareja o «romántico».
Una investigación de la Universidad College de Londres (UCL) ha demostrado que, además de activar zonas similares, estos sentimientos producen una supresión de la actividad neuronal asociada al proceso de crítica social sobre las personas y sobre las emociones negativas.
Los resultados de este estudio, sugieren que cuando alguien se vuelve familiar, la necesidad de valorar el carácter y la personalidad de esa persona se reduce. Es decir, que ambos tipos de amor activan regiones específicas en los sistemas de recompensa, mientras inactivan los sistemas necesarios para hacer juicios negativos.
«El amor romántico y el maternal son experiencias tan altamente compensatorias que están ligadas a la perpetuación de las especies y, por lo tanto, están profundamente unidas a una función biológica de crucial importancia evolutiva», dijo Andreas Bartels, del departamento de Imagen y Neurología de la UCL.
De este modo se explicaría porqué perdemos la capacidad de juzgar a las personas a las que queremos de una manera muy intensa. Parece demostrado, pues, que el amor es, biológicamente, ciego.
(noticia publicada en el portal Biomedia)

sábado, agosto 07, 2004

De nuevo en casa

Luego de unos días de ausencia estoy de nuevo en casa. Una semana en Marruecos me sirvió para desconectar, al grado que realmente me olvidé de la computadora, el teléfono y todo lo que me conecta con el mundo cotidiano. Incluso el blog. Por otra parte, conecté un poco con otra cultura, otra manera de ver el mundo y una perspectiva diferente de la existencia. Muchísimo que comentar!!! ya lo colgaré en los próximos días.