viernes, enero 19, 2007

Mentira podrida...

Odio las mentiras, casi tanto como al frío o la prisa. Son una de esas cosas que perforan el alma y dejan una sensación de vacío irremediable.
Creo que no importa tanto la "sustancia" de la mentira, como la cantidad de detalles que la rodean para hacerla una escena a la que puedes casi viajar, acompañada de olores, sensaciones, momentos... todo.
¿Ahora cómo le hago para volver a creer??? si alguien es capaz de mentir en una tontería sin importancia ni trascendencia alguna, inventando cualquier cantidad de detalles, ¿por qué no lo haría en otras situaciones de mayor relevancia?.
Y todo por una puta coliflor...