lunes, junio 21, 2004

A dónde tiran tus ojos

Hace días que estoy con la idea de que el mundo no es más que el producto de nuestra imaginación. De nuestros propios pensamientos y como dice mi padre "atraemos lo que pensamos". Yo creo que simplemente lo ponemos en el punto de mira y lo demás lo dejamos "fuera de foco" como dice la canción.
Vengo de leer el blog de Carlos Jesús y encontré una interesante narración sobre como perdió su tenis, al caérsele desde un barco en el que daba un pequeño paseo por la orilla barcelonesa del Mediterráneo. Termina haciendo una analogía en donde dice que seguramente así es la soledad. Como su tenis que se quedó para siempre en el océano.
Esto me desencadenó un montón de pensamientos. Comenzando con el graffiti de la cruz invertida en la que fueron a parar mis ojos, en una pared de la escuela que está en contra esquina de mi casa, por donde paso todos los días.
Comentaba en el blog que es como cuando una mujer que está embarazada, ve muchísimas panzonas y niños por todos lados. Como si antes no estuvieran y de pronto salieran de un escondite todas de golpe.
Así es la vida, supongo. Recuerdo diferentes etapas de mi vida y en cada una de ellas me pasó encontrar sistemáticamente algo que hasta ahora no veía y que presumiblemente siempre había estado en mi entorno.
No paro de ver por la calle hombres de negro, seises, melenas… de toparme con algo que refiera enfermedades psiquiátricas, soledad, autodestrucción…
Es ridículo, pero los nombres de las calles que rodean mi casa, de las tiendas, los personajes de las películas que alquilo, todo se repite y me jala como un remolino. Pero he escuchado que en los pantanos y en los remolinos lo mejor es quedarse quieto y someterse a la inercia o al destino.