jueves, noviembre 04, 2004

Trescientos sesenta y cinco

Un día como hoy, hace 365 soles, recibí en mi buzón un lacónico mensaje que decía "¿Quieres cenar el jueves?". Este impreciso y casi eufemístico mail dio un giro total a mi vida. El jueves se convirtió en miércoles y el Liceu fue testigo de la materialización de un encuentro tan rodeado de expectativas y a su vez, tan carente de ellas. La Plaça Reial como escenario y un café de por medio pusieron fin a la incógnita de tu sonrisa en menos de cinco minutos. Acartonados, cuidando cada uno de los movimientos y a la vez, descuidándolo todo, descubríamos qué gestos acompañaban cada una de las palabras y expresiones que nos parecían familiares.
Hablamos por horas y nos reímos mucho. A medida que se perdía esas sensación tan peculiar que sólo puede provocar una relación “virtual” la proximidad se hacía “real”.
Es curioso, pero hace unos días que perdí una gran parte de nuestros mensajes que tenía guardados en una cuenta de correo. No pude recuperarlos y con ello se desvaneció la idea de publicar nuestra historia, sin tu permiso. Aún conservo algunos, pero el hueco temporal hace que se pierda justo la mejor parte de la historia: el paso de lo virtual a lo real. Ojalá nunca te hubiera conocido. O mejor dicho, ojalá y la historia se hubiera detenido hace un año, en Sitges, en aquél Rincón de la calma.
Como ha pasado el tiempo… y como hemos cambiado. Yo al menos. Pero aún conservo algo de toda esa historia. El recuerdo de aquella indescriptible sensación que me provocaba la incógnita de tu sonrisa…

3 Comments:

At 7:33 p.m., Blogger Jorge Pedro said...

366 días, Karla. Este año fue bisiesto.

 
At 11:55 p.m., Blogger Jorge Pedro said...

Te mandé un correín importantón hace rato, Karla. Saludooos.

 
At 10:11 a.m., Blogger Karla said...

Gracias! pero la gracia del post radica ahí... son 635 días, justo un día antes del aniversario. Tuve en cuenta lo bisiesto de este año!!! ;-)

 

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