Actores cotidianos
No cabe duda que somos personajes cotidianos. Unos más graciosos que otros. Esta mañana venía con Vicky en la línea 4 del metro de Barcelona, veníamos de buen humor, tarareando alguna canción cutre a coro. Riendo de todo. (Aún no se me pasa el "simple" que me atacó desde ayer a última hora de la noche).Subimos en Joanic, como cada día. En la siguiente estación, subió un hombre muy peculiar. Estaba todo vestido de negro, entre antiguo, sobrio y ridículo. Llevaba además una evidente peluca que se antoja ocultando una inaceptada calva y unas gafas obscuras que, junto con su bigote notablemente cano y teñido, arrojaban como resultado un ente absolutamente irrisorio.
Se colocó de pie en el centro el vagón y nada más detenerse, direccionó su mirada en el diario de la vecina. Acto seguido, comenzó a comentar con ella alguna información. Literal: "en qué país vivimos... esto parece el fin del mundo"...
2 Comments:
ja, ja, ¿te cae? qué chistoso. yo también tengo una conversación que pesqué en el metro del df, léelo.
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Publicar un comentario
<< Home