Tigre de papel
Estaba en el aeropuerto de Barajas esperando mi vuelo que tenía un retraso de, al menos, una hora. Era mi segundo vuelo del día y también, el segundo con retraso. Tiempos muertos en un lugar en donde fluyen los sentimientos. La gente se despide, se saluda... los ciclos se cierran y se abren. Hombres con corbata y ordenador portátil contrastan con los turistas de sandalia y calcetín. Casi se puede distinguir a los que van de los que vienen.Y en ese tránsito de aviones, sonrisas y suspiros, me encontraba ayer. Mi ansiedad flotaba por el aire entre el enfado de pasajeros desesperados y la nostalgia de la última masacre terrorista. Contando los minutos para llegar al encuentro de algo que no existe. Con prisa de alimentar a un tigre de papel con cara de hombre. Con cuerpo de hombre. Y después, sentir el zarpazo felino en la espalda. Y frío.
1 Comments:
ps no entendi, soy re buey. sniiif.
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