miércoles, agosto 24, 2005

Matutino

Esta mañana encontré un nuevo correo en mi buzón. Breve, conciso, constante. Como una gota de agua que cae en la piedra y que espera paciente a que su ritmo sea escuchado por el tímpano de la constancia. Que se regocija con el ruido armonioso que genera en ese trayecto. Gota con destino incierto pero claramente poco alentador. Sin rumbo, pero tal vez también, sin pretenderlo. Trazo retórico que quizá se alboroza en si mismo, en su reflejo, en su autoconciencia. Que disfruta del mismísimo acto de caer. De generar ruido y de la posibilidad de ser escuchado. De perturbar o de arrullar. O no.

1 Comments:

At 7:40 p.m., Blogger hugo said...

uoraless! y de quién era?

 

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