martes, marzo 09, 2004

Insomnio...

Ayer me costó conciliar el sueño. Una extraña mezcla entre rabia, nostalgia e incertidumbre me dejó con los ojos abiertos hasta tarde. Quizá recuperar el contacto con Guillermo me afectó. Quizá es más bien no poder recuperarlo o no saber por qué esta actitud huidiza --y lo siento... pero infantil-- y fingirse víctima de las tecnologías para argumentar la ausencia. Ni acuse de recibo. Menos la iniciativa de preguntar algo, de seguir la conversación, de entablar una amistad. De replantear las cosas. Me causa mucha rabia sentirme un poco tonta. De no entender lo que pasa. De no poder atar ningún cabo. O más bien de no querer inferir y tener razón.
Aún me pica en todo el cuerpo la curiosidad de saber qué pasó. Pero no es otra cosa más que curiosidad, barnizada con un sutil deje de orgullo herido. Me encantaría poder hablarlo para quedarme en paz. Pero tampoco lo encuentro imprescindible. Me mueve mucho más la intención de rescatar el final de esta historia. De poder mantener el contacto con una persona con la que me identifico mucho. Con la que en el fondo, encuentro lazos de otro tipo. Quizá la Karla que no elegí ser o el Guillermo que dejó de lado al tomar decisiones en la vida...
Me resisto a que todo quedé en el tintero. No quiero dejar esto aquí. ¿Cómo le explico que no lo estoy persiguiendo?